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Estudian a la primera población de osos hormigueros reintroducidos en el Iberá
Destacan que la creación de áreas protegidas y el manejo responsable de la ganadería son esenciales para la preservación.
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Científicos del Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET-Universidad Nacional de Misiones) colaboran con The Conservation Land Trust para estudiar la primera población de osos hormigueros reintroducidos en la Argentina y en el mundo. Un estudio recientemente publicado concluye que la creación e implementación de áreas protegidas estrictas y un manejo responsable de la actividad ganadera son esenciales para la preservación de esta y otras especies importantes en la Reserva Natural del Iberá de la provincia de Corrientes.
La reintroducción de especies posibilita la recuperación de poblaciones que se extinguieron en regiones que previamente formaban parte de su distribución. La reintroducción o translocación de animales es utilizada desde hace décadas en África, Europa y Estados Unidos, pero no existen muchos ejemplos exitosos en Latinoamérica. Desde hace unos pocos años, la ONG The Conservation Land Trust (CLT), está llevando a cabo un proyecto de restauración ecológica del ecosistema del Iberá (www.proyectoibera.org), cuyo objetivo final es la creación de un parque nacional. Esto contempla la reintroducción de diversas especies de animales que se extinguieron hace décadas en la Reserva Natural Provincial del Iberá, en la provincia de Corrientes. La primera especie reintroducida con éxito en el marco de este proyecto fue el oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla).
La reintroducción del oso hormiguero y otras especies en Iberá estuvo asociada a proyectos de investigación que permiten generar información para el manejo y conservación de las mismas. Varias de estas investigaciones son llevadas a cabo por investigadores del nodo Iguazú del IBS. La prestigiosa revista Journal of Mammalogy acaba de publicar un estudio que estuvo liderado por uno de los investigadores del CONICET, el Dr. Yamil Di Blanco.
El trabajo se centró en la forma en la que los osos reintroducidos usan el ambiente. A los animales reintroducidos en Iberá se les colocó un arnés que lleva un trasmisor de radio, lo que permitió su localización, observación y estudio. El investigador estudió más de 20 animales radiomarcados de los que obtuvo información acerca del uso y selección que hacen del hábitat donde fueron liberados y otras características de comportamiento y ecología de la población reintroducida. “Si bien el oso hormiguero es una especie conocida y carismática, llama la atención la escasez de estudios sobre la misma, siendo este uno de los primeros desarrollados en la Argentina”, comentó otro de los autores del estudio, el Dr. Mario Di Bitetti, también investigador del IBS.
El oso hormiguero es un animal de gran tamaño, que puede llegar a pesar más de 50 kilos y a medir casi dos metros de largo. No es un “oso” propiamente dicho, sino que pertenece a la familia Myrmecophagidae (palabra derivada del griego: myrmekos = hormiga, phagos = comer, idae = sufijo del latín que se utiliza para designar una familia animal) del grupo de mamíferos comúnmente llamado Edentados, que incluye también a perezosos y armadillos. Es un animal extraño, con un largo hocico y lengua protráctil que prolonga hasta 60 cm y que, en combinación con su saliva pegajosa, utiliza para obtener su alimento predilecto: hormigas y termites.
El oso hormiguero habita desde Centro América hasta el Norte de Argentina, donde se lo puede encontrar en porciones de la región del Chaco y de la Selva Paranaense de Misiones. A pesar de su amplia distribución, el oso hormiguero está catalogado como vulnerable en el país y en el mundo, con una tendencia poblacional decreciente, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Hasta mediados del siglo XX también habitaba la región del Iberá, pero por razones desconocidas hasta ahora, se extinguió en la provincia de Corrientes. El estudio de Di Blanco y colaboradores arroja luz sobre las posibles causas de su extinción. “Nuestro trabajo muestra que los osos evitan las áreas con ganado, aparentemente porque éstas no tienen pastizales altos y bosques con sotobosque denso, que son requeridos para encontrar protección de sus depredadores naturales y de cazadores y perros”, comentó el investigador. “Además, el manejo del ganado en la región va siempre asociado a la presencia de perros y éstos son una de las principales amenazas que enfrenta la especie a lo largo de su distribución”, agregó.
El estudio recientemente publicado muestra que, a pesar de que la primera población reintroducida de osos hormigueros se encuentra en claro crecimiento, la expansión de la población se verá limitada por las actividades productivas y la ganadería de forma tradicional, que incluye el uso de perros, un manejo de fuegos desorganizado y sobrepastoreo que impiden que los bosques o altos pastizales naturales sirvan como protección para esta especie. “Si bien en áreas de pastizales naturales, como la mayor parte del Iberá, la ganadería es una actividad más amigable con el ambiente que la transformación total de ambientes naturales a plantaciones de pinos o eucaliptus, es necesario un manejo más apropiado de la actividad ganadera”, sostiene Di Blanco.
Los autores resaltan que muchas especies que utilizan la cobertura vegetal como protección, tanto bosques como pastizales altos (el aguará guazú, el guazuncho) o especies que pueden ser perjudicadas por los perros (el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el carpincho, etc.) requerirán nuevas áreas protegidas y un manejo adecuado de la actividad ganadera para asegurar su persistencia. Es necesaria la creación de áreas protegidas que no sólo incluyan tierras inundables y de baja capacidad productiva, sino también tierras altas con pastizales y bosques naturales, que permitan la expansión de ésta y otras especies terrestres en los Esteros de Iberá. “Nuestros resultados resaltan la necesidad de que las tierras de conservación estricta incluyan áreas no inundables de alto valor productivo”, agregó Di Blanco.
En la actualidad hay más de 40 osos hormigueros viviendo en libertad en Corrientes, entre los reintroducidos y los nacidos en este sitio y se está generando el segundo núcleo poblacional en otra área protegida. Di Blanco destaca la importancia de este tipo de iniciativas que llevaron a que esta especie, hasta hace poco extinta en Corrientes, haya sido recientemente declarada por esta provincia Monumento Natural Provincial.
Acerca del Instituto de Biología Subtropical (IBS)
El Instituto de Biología Subtropical es un instituto de investigaciones científicas dependiente de la Universidad Nacional de Misiones y del CONICET. El instituto tiene dos nodos, uno en la ciudad de Posadas y otro en la ciudad de Puerto Iguazú. Los temas abordados en las investigaciones que se llevan adelante en este instituto son diversos, abarcando desde estudios de biología molecular hasta investigaciones sobre comportamiento y ecología, incluyendo como objetos de estudio a las plantas, los animales y lo microorganismos. Uno de los objetivos del IBS es difundir el conocimiento científico generado en el mismo a la comunidad. Para más información acerca de las líneas de trabajo que desarrolla el IBS, se puede ingresar a la página web www.ibs-conicet.gob.ar.
La cita completa del artículo referido es: Di Blanco, Y. E., Jiménez-Pérez, I. & Di Bitetti, M. S. 2015. Habitat selection in reintroduced giant anteaters: the critical role of conservation areas. Journal of Mammalogy XX(X):1–12. (DOI: 10.1093/jmammal/gyv107).
Los interesados pueden solicitar una copia de este artículo a Yamil Di Blanco. Contacto: yamil_db@yahoo.com.ar o TEL (03757) 423511.