CONICET NORDESTE EN CHACO TV

Investigadores del IBONE aportan a la conservación del Bosque Chaqueño

Mediante un convenio con la Subsecretaría de Recursos Naturales del Chaco, científicos colaboran en el asesoramiento del manejo de cultivos


El Bosque Chaqueño, que se extiende desde el norte de Córdoba hasta Bolivia, es uno de los más grandes de Sudamérica. FOTO: Gentileza investigador

Desde 2007, en Argentina está vigente la Ley de Bosques Nativos, una norma que promueve la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de estos espacios y de los servicios ambientales que brindan a la sociedad. Al igual que otras provincias, en el Chaco se está avanzando en la implementación de esta legislación y un grupo de investigadores del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET – UNNE), colabora  en aspectos técnicos, mediante el estudio de sistemas silvopastoriles.

El bosque chaqueño es uno de los bosques nativos contemplados en la ley. Se trata de uno de los más grandes de Sudamérica, ya que se extiende desde el norte de la provincia de Córdoba hasta Bolivia, abarcando todo el territorio de la provincia del Chaco. En una nueva entrevista del ciclo de CONICET Nordeste en Chaco TV, el investigador principal del CONICET y director del IBONE, Guillermo Seijo y el subsecretario de Recursos Naturales de la Provincia del Chaco, Luciano Olivares; contaron detalles del trabajo que se realiza desde sus respectivas áreas para la preservación de los bosques nativos en la región.

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Guillermo Seijo, director del IBONE (CONICET - UNNE) y Luciano Olivares, subsecretario de Recursos Naturales del Chaco. Foto: Gentileza Un Buen Día

Para posibilitar la definición de acciones, mediante la ley aprobada 2007 se establecieron categorizaciones geográficas y por estado de conservación.  “En Argentina tenemos varios tipos de bosques nativos. Desde los bosques patagónicos a los bosques de la selva misionera. Aquí en Chaco tenemos los bosques más grandes que existen en Sudamérica, después de la Amazonía, que van desde el norte de Córdoba hasta Bolivia, que conforman el bosque chaqueño”, explicó Seijo durante la entrevista en el magazine Un Buen Día.

“Tradicionalmente, los bosques fueron el motor de nuestras ciudades, que se radicaron en los lugares donde había madera o piedra para hacer construcciones, embarcaciones o carros. Esos usos se fueron intensificando y en los últimos años ha cambiado la fisonomía de nuestro paisaje, pasando de bosques a paisajes productivos más asociados a la Pampa Húmeda. Esto ocurrió debido a la llegada de la soja, el trigo o el girasol. Entonces, nuestros bosques están cambiando su fisonomía y pasando a la de otros sistemas agroproductivos”, señaló el investigador. “Si nosotros no conseguimos un uso sustentable de los bosques, nuestra sociedad se vuelve poco sustentable. Tenemos que concebir que nuestro país está integrado por gente que vive en sus territorios y que tiene que vivir de algo. Tenemos que cuidar nuestros bosques, la biodiversidad y aprender los usos posibles que tienen”, agregó.

En ese sentido, hizo mención a la falta de diversificación en lo que hace a la producción en la zona. “Hasta ahora, nuestros bosques han sido explotados principalmente desde el punto de vista maderero, pero en realidad encierran un gran potencial para generar recursos y divisas”. Frutos tropicales, microorganismos que produzcan metabolitos para la industria farmacéutica y especies medicinales son algunos de los ejemplos de la diversidad de usos que pueden darse a los recursos disponibles en los busques.

Por otra parte, el investigador del CONICET resaltó la importancia de los servicios ecológicos que prestan los bosques, que no pueden ser reemplazados en la naturaleza. “Los bosques generan oxígeno y retienen agua”, recordó y señaló que “en algún momento, los propietarios de bosques van a recibir dinero por conservarlos”. “La comunidad internacional ya lo está haciendo y la ley de bosques prevé que los propietarios de territorios donde se conserven los bosques tengan una compensación por conservarlos lo mejor posible”, indicó.

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Bosque del espinal, Corrientes. Foto: Gentileza Investigador.

Respecto a las gestiones que se realizan en el Chaco, Luciano Olivares recordó que desde 2009 está vigente en la provincia la Ley de Ordenamiento Territorial que establece la ejecución de distintos mecanismos para fomentar el uso sostenible del bosque. “El primero paso es clasificar y ordenar los bosques, de acuerdo a su nivel de conservación, para regular las actividades productivas. Otro punto es la creación del Fondo Nacional de Bosques Nativos”, repasó el funcionario

“Tratamos de promover la conciencia y el interés en los ciudadanos y hubo grandes avances en ese sentido. No tenemos que olvidarnos que tiempo atrás, en la década del 60, en nuestra provincia había organismos que fomentaban el desmonte. Hoy, en 2016, tenemos una base sólida de trabajo mediante la cual se busca financiar el uso sostenible. Los cambios se van dando paso a paso y se perciben. El desafío para más adelante es desarrollar líneas de trabajo, con organismo como el CONICET, el INTA, las Universidades o ONGS, para identificar los modelos productivos amigables con el medio ambiente y fomentar a los productores a que se vuelquen a ese sendero”, señaló Olivares.

Para Seijo, difundir la importancia de los bosques nativos en los distintos sectores de la sociedad es clave para generar más conciencia. “Lo primero que debemos hacer es informar los beneficios de tener bosques en nuestras provincia y ciudad, o de tener un arbolado urbano con especies nativas. El segundo paso es educar y de alguna forma tomar la bandera social de conservación y uso sustentable. La bandera la tomamos en la medida que sepamos que dependemos de los bosques. No hay ingreso de energía al planeta si no es a través de las plantas. Las plantas son las que captan la energía del sol, la transforman en energía química y con eso alimentan a todos los organismos del planeta. Si somos conscientes de eso, vamos a tener más herramientas para conservar lo que tenemos”, finalizó el investigador.

Por Cecilia Fernández Castañón. CCT Nordeste.