Uno de los principales referentes mundiales en materia de investigación experimental de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) visitó Corrientes y dictó un seminario para investigadores del CONICET y la UNNE en el Instituto de Modelado e Innovación Tecnológica (IMIT). Roderick Wasylishen expuso acerca de sus trabajos en el área y se reunió con grupos de científicos de la región, con el objetivo de iniciar líneas de trabajo conjunto.
Una de las investigaciones sobre las que se centró la conferencia del científico canadiense, que también participó días atrás IV Taller de Resonancia Magnética en el Instituto Leloir en la ciudad de Buenos Aires, tiene que ver con la curcumina, un componente de la raíz de la cúrcuma, a la que se le atribuyen diversas propiedades para la salud y que es comercializado masivamente en países de América del Norte. Mediante técnicas de química computacional y RMN, Wasylishen y su equipo están profundizando el conocimiento acerca de distintos aspectos de esta sustancia, particularmente acerca de su biodisponibilidad.
Del seminario participaron distintos grupos del IMIT y de la Facultad de Ciencias Exactas dela UNNE. FOTO: CONICET Nordeste.
Al seminario dictado por el investigador canadiense asistieron integrantes de distintos grupos del IMIT. “Es una visita de gran importancia para nuestro instituto, se trata de uno de los referentes mundiales en la materia y esperamos que esta oportunidad pueda desembocar en futuros proyectos de trabajo conjunto”, señaló el investigador superior del CONICET y director del IMIT, Gustavo Aucar, quien desde hace varios años mantiene intercambios científicos con Wasylishen.
“La colaboración entre investigadores experimentales y teóricos es fundamental para nuestras líneas de trabajo. Nos entusiasma la idea de poder generar nuevas vías de colaboración con equipos de esta parte del mundo”, señaló el investigador invitado, quien después del seminario respondió distintas consultas de los participantes.
Una de las líneas de estudio que desarrolla actualmente el científico canadiense tiene que ver con la curcumina. FOTO: CONICET Nordeste