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Villas y barrios cerrados: estudian la fragmentación en espacios urbanos de Resistencia
A través de distintos proyectos de intervención, los investigadores buscan promover el hábitat digno, con ambientes homogéneos e igualitarios.
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Como en muchas ciudades de América Latina, en el área metropolitana de Resistencia, en el Chaco, se registra un fenómeno llamado fragmentación socio espacial. En un mismo espacio urbano, se pueden encontrar villas o asentamientos precarios, lujosos barrios privados y conjuntos de viviendas construidas a través de programas estatales. Si bien comparten un territorio, están compuestos por grupos sociales que presentan características muy distintas y que no se interrelacionan entre sí.
Para estudiar las consecuencias de estos fenómenos, desde el Instituto de Investigación para el Desarrollo Territorial y del Hábitat Humano (IIDTHH, CONICET - UNNE) se realizan distintos proyectos de intervención y diagnóstico. En el ciclo de entrevistas a científicos del programa Un Buen Día de Chaco TV, el investigador independiente del CONICET y especialista en política habitacional y urbana, Miguel Ángel Barreto, contó más detalles de los trabajos que se llevan adelante en el Chaco.
En la región del Nordeste, el desarrollo urbano ha estado marcado, hasta hace poco tiempo, por un fuerte proceso migratorio desde localidades del interior hacia la capital y sus alrededores, lo que provocó un gran crecimiento de la población en el área metropolitana. Actualmente, más de 300 mil personas viven en el espacio compuesto por las ciudades de Resistencia, Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas.
“Vivimos en una región en la que los problemas territoriales son muy grandes, con graves carencias habitacionales y falta de infraestructura en redes básicas de cloacas o de pavimento. Cuando hablamos de hábitat urbano o de desarrollo territorial, lo que hacemos es determinar hacia dónde queremos que vayan nuestras ciudades”, explicó Barreto, quien actualmente ocupa el cargo de decano de la Facultad de Aquitectura de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
“En general, la población que viene del interior para asentarse en la ciudad, lo hace en busca de mejores condiciones de vida, pero muchas veces no encuentra la solución adecuada en las ciudades y se asienta en lugares que no son aptos para el desarrollo”, señaló el investigador. A través de distintos gráficos de la zona metropolitana de Resistencia, mostró como en las áreas centrales de la ciudad se encuentra la mejor calidad constructiva en cuanto a las viviendas, mientras que las peores condiciones se encuentran en las áreas periféricas.
“Antiguamente, el crecimiento y el desarrollo de la población se daba en círculos concéntricos, con la mayor calidad en el centro y las peores condiciones en las áreas periféricas. Lo que notamos últimamente es una periferia en la que se van mezclando barrios muy diferentes unos de otros y que se van mezclando en nivel socioeconómico y en calidad de desarrollo urbano: hay áreas con asentamientos con muchas necesidades habitacionales, barrios cerrados y barrios de viviendas estatales, con numerosa población”, repasó.
“A este fenómeno, que no se da solo en nuestra área metropolitana y que se está dando en muchos lugares de América Latina, se le llama fragmentación socio-espacial. Esto quiere decir que en un mismo espacio urbano, conviven de manera separada grupos sociales que no tienen mucha intención de integrarse e interrelacionarse, lo que representa un problema del desarrollo”, indicó Barreto.
Los resultados de los trabajos de los equipos de investigación son aportados a distintos organismos técnicos del estado, a fin de que puedan tenerse en cuenta para la ejecución de políticas habitacionales. “Son herramientas y proyectos de intervención integral para promover el hábitat digno, que justamente lo que buscan es crear un espacio urbano homogéneo e igualitario para todos, donde toda la ciudadanía disponga de la misma calidad de vida. Lo que buscamos es generar esos procesos de intervención entre las áreas urbanas”, destacó Barreto. “La investigación es la base del desarrollo e intentamos aportar ese conocimiento para que se hagan mejor las cosas”, finalizó.
Nuevo instituto del CONICET
El Instituto de Investigación para el Desarrollo Territorial y del Hábitat Humano (IIDTHH, CONICET - UNNE) es una de las nuevas unidades ejecutoras del CONICET Nordeste y fue creada mediante la Resolución Nº1165, del 27 de abril de 2016. Miguel Barreto fue uno de los principales promotores de la creación de este instituto, que estará abocado a diversas temáticas que tienen que ver con el ordenamiento y la planificación urbana.
“Este va a ser el segundo instituto del CONICET en el Chaco y significa una importante inversión del estado nacional, que va a tener un beneficio directo para la provincia y para toda la región”, destacó el investigador.
El IIDTHH continúa en proceso de organización y se estima que se incorporarán a él unos 30 investigadores de distintas categorías, pertenecientes a distintas disciplinas. “Esperamos que en poco tiempo tenga impacto en las cuestiones de territorio y hábitat, que en nuestra zona son muy deficitarias”, auguró Barreto.
Por Cecilia Fernández Castañón. CCT Nordeste.
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