A través de diversos proyectos, el CONICET consolida la vinculación con la Municipalidad de Corrientes

Con el objetivo de potenciar acciones referidas a la conservación del ambiente y la planificación urbana, especialistas del CONICET trabajan en distintos proyectos con la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes. Se trata de acciones enmarcadas en el ámbito de la Vinculación Tecnológica, uno de los principales pilares de la gestión del organismo, que buscan traducir el conocimiento desarrollado por los grupos científicos en políticas públicas que mejoren las condiciones de vida de las comunidades locales. 

Las acciones se vienen ejecutando desde el año 2021 a través de distintas acciones gestionadas por la Oficina de Vinculación Tecnológica (OVT) del CONICET Nordeste y las subsecretarías de Planificación Ambiental y Planificación Urbana de la Municipalidad de Corrientes. Las iniciativas están en distintas instancias y muchas de ellas ya obtuvieron importantes avances. 

En las acciones de vinculación entre el CONICET y la Municipalidad de Corrientes intervienen equipos del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET - UNNE) y del del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET - UNNE). Uno de los primeros proyectos encarados con el CECOAL tiene que ver con la definición de determinantes ambientales para políticas de urbanización de la ciudad, una iniciativa que busca poner en valor los ambientes naturales en el periurbano de la ciudad, en particular las numerosas lagunas, bañados y cañadas, sugiriendo hacia dónde es factible el crecimiento y qué zonas deberían preservarse, ya sea por la valoración de su biodiversidad o por su función en el sistema de drenaje natural, entre otros aspectos. 

También se empezaron a desarrollar proyectos vinculados con el registro de humedales periurbanos y una cartografía de amenazas climáticas en la ciudad, incluyendo la reserva natural municipal de Santa Catalina. Esta última propuesta busca identificar áreas bajo amenazas de alteración de paisajes para contribuir con la mitigación y adaptación al cambio climático, utilizando estrategias que sean funcionales al sistema natural, garantizando la biodiversidad y que a su vez permita el desarrollo urbano local.

En tanto, en 2023 se finalizó el inventario de humedales, lo que permitió el ordenamiento territorial de la Ciudad de Corrientes, lo que permitió identificar las áreas y mejorar la planificación urbana y realizar recomendaciones respecto con la ocupación e intervención. Cabe señalar que este registro fue institucionalizado a través de una Ordenanza Municipal. 

Además, en la reserva de Santa Catalina también se están ejecutando otras acciones junto con especialistas del IBONE, entre ellas se encuentran la ejecución del inventario forestal y un plan de asesoramiento para el manejo del bosque nativo en recuperación. 

A estas acciones se suman otros dos proyectos iniciados este año en Santa Catalina: el asesoramiento en elaboración de un inventario de plantas herbáceas o subherbáceas, enfatizando gramíneas, leguminosas e indicadoras de calidad ambiental, además de la identificación de especies invasoras.  

También se trabaja en el desarrollo de un plan de manejo de las 115 hectáreas de bosque nativo que se encuentra en la reserva, que es un área municipal protegida, con el objetivo de promover el uso sostenible de los sectores intervenidos y avanzar en la creación de un banco local de semillas que actuará de copia de seguridad para la biodiversidad de la reserva. Además, se inició un nuevo proyecto para el desarrollo de senderos interpretativos y la caracterización de la fauna de la reserva natural de Santa Catalina, con el objetivo de potenciar su valor como área de conservación. 

“El trabajo con la Municipalidad de Corrientes ha sido muy fructífero y hemos logrado concretar importantes proyectos durante estos últimos 4 años. Esto permite que el conocimiento desarrollado por los grupos del CONICET llegue a la comunidad y pueda ser parte del diseño de las políticas públicas de la región”, destacó el responsable de la OVT del CONICET Nordeste, Alejandro Quenardelle. 

Una de las áreas municipales que trabaja activamente junto con especialistas del CONICET es la Subsecretaría de Planificación Ambiental. “La colaboración con investigadores es fundamental para que podamos elaborar políticas públicas basadas en evidencia. Esto evita que se tomen decisiones de acuerdo a las impresiones coyunturales de un determinado funcionario o gestión, sino que tengan un sustento.  Además, brinda una gran oportunidad a los equipos científicos de generar investigaciones aplicadas, que generan un impacto directo en la sociedad”, resaltó el titular del área, Alejandro Cristiá. 

La Subsecretaría de Planificación Urbana es otro de los organismos municipales que se vincula con grupos del CONICET. En ese sentido, la responsable del área, Lucía Rugnon, destacó la importancia de proyectar acciones a largo plazo. 

“Estamos trabajando no sólo en la solución de problemáticas actuales que tenemos en el municipio, sino también en el desarrollo de políticas para el futuro. Para eso, estamos procesando información y recursos que son fundamentales para pensar a nuestra ciudad en el largo plazo, como todo lo que tiene que ver con el inventario de humedales, que es un insumo fundamental para que podamos proyectar el crecimiento urbano. Para la planificación es necesario tener una mirada que piense no sólo de acá a 5 años, sino a 30 o 50 años y esa es una premisa de la actual gestión de gobierno de la que somos parte”, concluyó la funcionaria.