Luego de que liberaran los primeros 7 guacamayos rojos en los Esteros del Iberá, los investigadores del CONICET que lideran el proyecto de reintroducción de la especie preparan a otros 6 ejemplares. El trabajo se desarrolla en el Centro de Conservación de Fauna Silvestre “Aguará”, de Paso de la Patria.
Las aves que están en periodo de adaptación fueron donadas por distintos zoológicos del país. En el proyecto también continúan colaborando distintos organismos del Gobierno de la Provincia de Corrientes y de The Conservation Land Trust (CLT).
Para contar detalles de cómo sigue el proyecto de reintroducción del guacamayo rojo en Argentina, el investigador asistente del CONICET en el Centro de Ecología del Litoral (CECOAL, CONICET - UNNE), Adrián Di Giacomo, participó esta semana de una entrevista en el programa Un Buen Día, de Chaco TV. Junto con Igor Berkunky -investigador asistente del CONICET en el Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable (IMEDES) de Tandil- , fueron los responsables científicos del proyecto para el regreso de la especie a Argentina, que empezó convertirse en realidad el pasado 29 de octubre.
“Hay 7 guacamayos que ya fueron restablecidos a su ambiente natural y tenemos otros 6 en proceso de adaptación, antes de su liberación en los Esteros del Iberá”, comentó el investigador. Al igual que en la primera etapa del proyecto, distintos organismos del Gobierno de la Provincia de Corrientes y de The Conservation Land Trust (CLT), colaboran con el financiamiento y la logística.
“En Corrientes hay mucho interés en el desarrollo de los Esteros del Iberá como un destino de turismo y como una reserva, que contenga a todos los animales y especies posibles”, destacó Di Giacomo durante la entrevista. En ese sentido, recordó que el rol ecológico que cumplen los animales es clave para la conservación de la biodiversidad. “Una vez que los animales están en el ecosistema, realizan un trabajo que otros no hacen: rompen frutos y los llevan de una isla a otra. Es una función ecológica que no estaba siendo realizada hace 200 años en el Iberá y es una acción clave para que los bosques puedan seguir manteniéndose a largo plazo”, resaltó.
El investigador recordó que los animales que están siendo reinsertados fueron donados por zoológicos y centro privados. “Tenían a los guacamayos solo para exhibición, por eso cuando detectamos la necesidad de restaurar esta especie, los invitamos a participar para que también asuman una función en lo que hace a la conservación”, explicó y destacó la buena respuesta que se logró por parte de ellos.
Los guacamayos, que habían nacido en cautiverio y debieron adaptarse a nuevos hábitos y cambios en su alimentación, están siendo monitoreados por el equipo de investigadores y voluntarios. A través de los collares con rastreadores que tienen colocados, se puede determinar cómo se están adaptando al nuevo ambiente y cuál es su comportamiento en el entorno natural. A través de este proyecto, se pretenden liberar entre 30 y 40 ejemplares durante los próximos dos años.
Por Cecilia Fernández Castañón. CCT Nordeste.