Un equipo científico del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET - UNNE) está trabajando en un proyecto para el estudio de Cannabis con fines medicinales. Las tareas se realizan en el marco de un convenio de Investigación y Desarrollo (I + D) suscripto entre el CONICET y una empresa privada, que fue aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación a través de la Resolución 1779/2021, publicada el pasado 23 de junio en el Boletín Oficial.
Se trata del primer proyecto de este tipo para Corrientes, que se suma a otras diez iniciativas similares que se ejecutan en distintas provincias argentinas, encuadradas en la Ley Nº 27350 del año 2017, que establece las bases para la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de Cannabis y sus derivados. Como parte de este convenio, los investigadores del IBONE se ocuparán del desarrollo de protocolos de micropropagación y de perfiles genéticos de la especie Cannabis sativa que se cultivan en la zona.
Las tareas de investigación están a cargo de un equipo que tiene como responsable técnica a la investigadora de la UNNE, María Antonia Marassi y está integrado por el investigador principal del CONICET, Guillermo Seijo; el investigador adjunto del CONICET, Germán Robledo; la investigadora asistente del CONICET, Natalia Dolce y la profesional adjunta de la Carrera de Personal de Apoyo del CONICET, María Laura Pérez. La gestión del convenio estuvo a cargo de la Oficina de Vinculación Tecnológica (OVT) del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Nordeste.
El proyecto surgió luego de que directivos de la firma Brest & Brest SRL establecieran contactos con el IBONE, interesados en las capacidades técnicas sobre cultivos in vitro y genética con las que cuenta la institución. “Encarar este proyecto representa un enorme desafío para el equipo, ya que nuestros conocimientos están orientados a otras especies, como arroz o maní en los que tenemos una amplia trayectoria de investigación en la región. Lo que vamos a hacer es adaptar todo ese bagaje a las variedades de Cannabis con las que trabaja la empresa, para que puedan lograr una mayor estabilidad en campo, además de obtener la caracterización genética que va a permitir identificarlas y orientarlas para distintos objetivos”, señaló Marassi, responsable técnica del proyecto.
Las tareas en el IBONE estarán a cargo de las áreas de Fisiología Vegetal e Interacción Planta-Microorganismo y de Citogenética y Evolución Vegetal, que trabajarán en sus laboratorios para poner a punto protocolos de micropropagación que permitan una alta tasa de multiplicación y estabilidad, así como el monitoreo de la estabilidad genética de las plantas producidas in vitro. Cabe aclarar que el cultivo de los ejemplares se realizará únicamente en dependencias de la empresa Brest & Brest, en la localidad de Lavalle, siguiendo todos los protocolos establecidos en la legislación vigente y que en las dependencias del IBONE sólo se procesarán muestras de laboratorio.
“Tenemos grandes expectativas porque se trata de un proyecto que tendrá un gran impacto en el futuro, cuando la sociedad pueda acceder a cada una de las variedades específicas para determinados tratamientos”, concluyó la investigadora del IBONE.