RESISTENCIA

Estudios de género, herramientas para deconstruir estereotipos

La perspectiva de las mujeres artistas del Chaco y la producción audiovisual del NEA y NOA son algunas de las áreas exploradas por investigadores.  


La directora del IIGHI, Mariana Giordano y dos investigadores del instituto, brindaron detalles de sus trabajos sobre género. FOTO: CONICET Nordeste.

Analizar la desigualdad y los estereotipos que se configuran en la sociedad para los roles femeninos y masculinos, es el objetivo de los estudios de género. Esta rama de los estudios sociales es abordada en la provincia del Chaco por equipos del Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI, CONICET – UNNE).

En el marco del ciclo de entrevistas que CONICET Nordeste desarrolla en el programa Un Buen Día de Chaco TV, esta semana un grupo de investigadores contó cómo se abordan los estudios de género en la región. Con ejemplos de la manera en la que los estereotipos de género operan en lo cotidiano, expusieron sus líneas de trabajo y destacaron el desarrollo de esta perspectiva en el norte del país.

“Los estudios de género son una rama, dentro de los estudios sociales, que se viene desarrollando desde la década del 60. Si bien en nuestro país no tiene esa antigüedad, es una problemática que surge a partir de los estudios sobre artistas mujeres, que es lo que nosotros trabajamos en el IIGHI, a través de distintos proyectos que tienen con ver con la provincia del Chaco y la región”, explicó la investigadora independiente del CONICET y directora del IIGHI, Mariana Giordano.

“Tener una perspectiva de género significa adoptar un punto de vista científico y metodológico sobre una problemática. Los estudios de género trabajan sobre un tipo de desigualdad y la aplicación de estereotipos, tanto para los roles femeninos como para los masculinos. Siempre que hablamos de desigualdad hablamos de una jerarquía y cuando hablamos de jerarquías, siempre sobrevienen los castigos por el incumplimiento”, indicó Guadalupe Arqueros, investigadora de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).  También agregó que los estudios de género son tantos para mujeres como para varones, así como también para nuevas subjetividades sexuales. “Nos ayudan a ver cómo hay determinadas injusticias y desigualdades en nuestra sociedad que son tomadas como naturales, pero que en realidad son construcciones sociales”, destacó.

Con respecto al trabajo que desarrolla el equipo que integra, Arqueros explicó que el abordaje que realizan está referido al punto de vista de las mujeres artistas en el Chaco. “Trabajamos cómo aparece la subjetividad femenina ligada siempre a la domesticidad, es decir, a un tipo de distribución del tiempo que tienen que ver con organizar las tareas de la casa y el trabajo en el ámbito privado. Y la obligación, sin embargo, en la subjetividad masculina tiene que ver con un trabajo público, que es fuera del hogar y que se relaciona con los ámbitos de sociabilización más amplia. Eso va construyendo subjetividades, porque varones y mujeres no estamos formateados biológicamente para nada”, explicó.

“Lo que hay que tener en cuenta cuando hablamos de género es que cuando pensamos en lo masculino y en lo femenino, lo estamos haciendo en términos binarios, como puntos hasta opuestos, dentro de una gran diversidad de subjetividades sexuales que conviven hoy por hoy en la sociedad. Otro de los trabajos que hacemos incluye producciones audiovisuales del NOA y el NEA y busca analizar e identificar cómo se van configurando o desconfigurando ciertas identidades estereotipadas dentro de los productos audiovisuales”, indicó Alejandro Silva Fernández, otro de los integrantes del equipo del IIGHI. “También existe cierta patologización de la diversidad sexual. Entender a las personas gay, lesbianas, transexuales, bisexuales o intersexuales con una estereotipación patológica y considerar a cualquier orientación sexual no heterosexual como una enfermedad. Esto es una construcción social e institucional. Estas cosas que van emergiendo -que fueron construidas por las instituciones, la iglesia, los medios de comunicación-, son concepciones que se van cristalizando a lo largo del tiempo y se presentan como naturales, como si emergieran de la misma naturaleza, como si fuera que podemos afirmar que existe una naturaleza humana. Apuntamos a empezar a deconstruir de qué manera esos mecanismos dan cuenta de que estamos frente a construcciones sociales, que son históricas y que responden a determinados contextos y a determinadas decisiones políticas de los estados”, agregó.

Durante la entrevista, Giordano también se refirió al desarrollo de las investigaciones en ciencias sociales durante los últimos años y al crecimiento de la producción científica en Argentina. “Ha habido muchísimos avances en todo lo que tiene que ver con los derechos humanos en general y en cuanto a lo que hace a la diversidad. Los estudios de género entran dentro de esta problemática. También dentro de nuestro ámbito, que es el científico, ha habido una apertura muy significativa a propiciar los estudios de género. De hecho, en nuestra región hasta hace muy poco tiempo no existían estudios de género. Esto tiene que ver con que desde el CONICET se ha incentivado mucho a que, en distintos ámbitos del país, puedan emerger grupos de investigadores sobre cuestiones de género. Nuestro rol como investigadores es no solamente estudiar, si no poner dentro de la agenda social estas problemáticas. Tenemos también el rol de salir y estar en espacios como este, comunicando estas problemáticas a la sociedad”, destacó.

Por Cecilia Fernández Castañón. CCT Nordeste.